¿Y si no es solo lo que comes… sino lo que tus hormonas están gritando?
Puede que lleves meses, incluso años, intentando bajar de peso.
Comes sano, haces ejercicio, te esfuerzas… y aun así, la báscula no se mueve.
O lo hace un poco, pero enseguida vuelves a recuperar lo perdido.
Y empiezas a frustrarte. A sentirte culpable. A pensar que algo haces mal.
Pero… ¿y si el problema no estuviera en tu fuerza de voluntad?
¿Y si lo que te está impidiendo soltar ese peso es un desequilibrio hormonal?
Porque tus hormonas no solo regulan tu ciclo menstrual.
Son mensajeras bioquímicas que controlan el hambre, la saciedad, el sueño, el estrés, la energía… y sí: también tu peso.
🔥 10 razones por las que tus hormonas pueden hacerte engordar (aunque comas bien):
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Resistencia a la insulina
Si tus células no responden bien a la insulina, el cuerpo acumula más grasa (sobre todo abdominal), y cuesta muchísimo bajarla. -
Estrógenos elevados o mal metabolizados
El exceso de estrógeno puede favorecer la retención de líquidos, el aumento de grasa corporal, la celulitis y el cansancio. -
Cortisol alto (estrés crónico)
El cortisol sostenido en el tiempo altera tu metabolismo, aumenta el apetito, y favorece la acumulación de grasa visceral. -
Tiroides lenta (hipotiroidismo)
Cuando la tiroides no funciona correctamente, todo se ralentiza: tu digestión, tu energía, tu quema de calorías. -
Déficit de progesterona
Una hormona clave para el equilibrio emocional, el sueño reparador y la regulación del apetito. Sin ella, te sientes más ansiosa y descompensada. -
Testosterona baja en mujeres
La testosterona ayuda a mantener masa muscular y energía. Si está baja, es más fácil ganar grasa y más difícil sostener el ejercicio. -
Leptina desregulada
La leptina regula la saciedad. Cuando no funciona bien, puedes comer sin parar y seguir sintiéndote vacía. -
Grelina elevada
La hormona del hambre. Si está alta, el cuerpo pide comida todo el rato, incluso sin necesitarla. -
Prolactina alta (incluso sin embarazo)
Puede alterar el equilibrio de otras hormonas y dificultar tanto la pérdida de peso como la estabilidad emocional. -
Desequilibrio postmenopáusico
En la menopausia, la caída de estrógenos y progesterona, junto a cambios en la insulina, pueden hacer que el cuerpo acumule grasa de forma distinta a antes.
🌿 ¿Entonces, qué hago? ¿Estoy condenada a engordar por mis hormonas?
No.
No estás condenada.
Pero tampoco puedes ignorarlas.
Las hormonas no se regulan con más disciplina.
Se regulan con descanso, con nutrición real, con escucha profunda.
Con menos exigencia y más compasión.
Y sobre todo, con una guía que no solo mire tus síntomas, sino tu historia completa.
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